Cuando pensamos en enfriamiento por aire acondicionado, la mayoría del tiempo centramos nuestra atención en el aparato y se nos olvida la importancia de TODO alrededor: Habitación, cantidad de objetos que ocupan el lugar, puertas y… ¡Ajá! Ventanas.
Las ventanas son la fuente de ventilación clásica de todas las casas. Sin embargo, cuando tenemos equipos como un calefactor o un aire acondicionado, juegan un nuevo papel –también- fundamental.
¿Qué pasa con las ventanas y la presencia de nuestro aire acondicionado?
Simple: Las ventanas son un filtro de aire que, con una u otra acción, podrían permitirte disfrutar del mejor funcionamiento de tu equipo o que el frío que el aparato logró generar, se vaya. Así no más.
Lo anterior es lo fundamental, pero hay otras aristas que debes conocer, ya que cerrar, abrir o cubrir tus ventanas correctamente podría ayudarte a tener un mejor uso de tu aire acondicionado. ¿Listo para conocer un poco más?
Ventanas y aire acondicionado
Lo hemos dicho en la intro; Una ventana puede ser determinante en el funcionamiento correcto del aire acondicionado; incluso, podría generar daños en el equipo si no se cierra en un contexto ambiental determinado. Apuntemos algunas cosas:
ABRIR
La gran pregunta: ¿Cuándo abrir las ventanas?
A todos nos encanta el aire fresco, ¿no? Pero también nos encanta que el aire acondicionado marche bien, ¿no es así? Esto no es más que para redundar en el siempre necesario recordatorio de que hay que cerrar las ventanas si queremos enfriar nuestros espacios. Sobre abrir: sí, agradable y necesario; pero se recomienda hacerlo en bloques de 15 a 30 minutos diarios, sobre todo para ventilar el espacio.
Abrir las ventanas ayudará a refrescar naturalmente el lugar y puede permitir que la humedad y los malos olores desaparezcan; pero es importante hacer consciente que la apertura de la misma debe tener el período de duración mencionado. Esto, en caso de que estés buena parte del día en casa. Si sales, puedes aprovechar este momento para dejar abiertas las ventanas, cerrar al llegar y encender el equipo.
CERRAR
Hablemos sobre cerrar las ventanas.
Mandamiento número 2 de tener un aire acondicionado: Ventanas cerradas hacen que el aire enfríe. El mandamiento número uno es: Cuida tu equipo, hazle mantenimiento. Sencillo.
Sí, cerrar las ventanas permitirá un mejor funcionamiento del aire acondicionado. Es posible cerrarlas en paralelo al encendido del equipo o cuando este tenga unos 7 a 10 minutos de haber sido activado.
Cerrar las ventanas evitará la salida del aire frío hacia la calle, lo que hará que la temperatura se localice en el lugar deseado; al mismo tiempo, cerrar las ventanas impide la filtración del aire caliente exterior y la sobresaturación en el funcionamiento del equipo. Esto, a su vez, hace que este tenga una más vida útil más larga.
Cuando hablamos de cerrar las ventanas, hablamos de un cierre íntegro que impida cualquier filtración de aire. De esta manera, el aire enfriará más y tendrá una mayor garantía.
CUBRIR
Hablemos de cubrir. No es lo mismo cerrar que cubrir y esto es importante que se identifique.
Cuando cubrimos una ventana del material que sea, generalmente, hacemos referencia a la acción de colgar algo sobre ella y que, de una u otra forma, queden espacios de filtración del aire. En este sentido, es posible cubrir si queremos mantener una temperatura “ambiente” o fresca; o quizás en el bloque previo a cerrar las ventanas para comenzar el proceso de enfriamiento.
En este punto, es importante atender con qué tela o material estamos cubriendo las ventanas. Hagamos el ejercicio: Pensemos en lo diferente de un tejido crochet a un plástico grueso. ¿Distinto, no? Lo penetrable del aire es absolutamente diferente y esto, lógicamente, es importante considerarlo. En este sentido, podríamos llegar a cubrir casi al punto de cerrar las ventanas o cubrir al nivel de dejar el espacio ventilado. Atento a cómo y con qué vas a hacerlo.
Cubrir puede ser ideal en el caso de casas que empiezan su proceso de construcción y no tienen ventanas. También es importante recordar que hay materiales que pueden ser muy calientes o muy prestos a la humedad e incluso, estéticamente, podríamos estar determinando cualidades del lugar con nuestra decisión.
Para no olvidar…
Hemos visto cómo funciona nuestro aire acondicionado con relación a la ventana, si la mantenemos abierta, cerrada o decidimos cubrirla. A partir de esto, es importante considerar varios aspectos:
- El equipo de aire acondicionado funcionará de manera regular en un espacio cerrado. Es decir, un espacio con puertas y ventanas cerradas.
- Tomando el final del punto anterior, volvamos a puertas y ventanillas. No solo se filtra el aire a través de las ventanas y las puertas, las ventanillas también deben cerrarse porque el aire se cuela por todos lados.
- Otro dato: El aire de una misma capacidad no tendrá el mismo efecto en un espacio muy amplio y uno pequeño. El nivel de concentración del aire es directamente proporcional a las dimensiones del lugar o, por otro lado, a la potencia del equipo. Por ejemplo, no será lo mismo un aire acondicionado de sala que uno industrial. Esto, para señalar que los niveles de enfriamiento también dependen de otros factores.
- La duración del equipo de aire acondicionado está vinculada a la no filtración del aire exterior en el espacio donde este está colocado. ¿Por qué? Pues, imaginemos que básicamente, el aire acondicionado convierte el aire caliente en aire frío y cuando hay mucho aire caliente que convertir tiene que trabajar el doble o el triple. En este sentido, su potencia puede agotarse en un tiempo menor.
- Abrir las ventanas será necesario, siempre y cuando lo hagamos por bloques cortos diarios, a fin de ventilar la habitación y que los objetos y paredes se refresquen con aire natural.
- Uno de los principales motivos de los aires sucios es la entrada de polvo o partículas a través de las ventanas, así que atento a esto. En particular, ciertas estaciones del año como la primavera o el otoño, pueden ser origen de materiales incrustados en el equipo y es por eso que es necesario el mantenimiento continuo y por supuesto, una vez más, un buen cierre de ventanas.
©Mejoraire | Sara Azócar Azpiri