Hablar de la dupla: cualquier expendio gaseoso y bebés inmediatamente puede generarnos mil preguntas. Es normal y está bien que suceda. Aparatos electrónicos de adecuación ambiental del tipo que sean pueden ser motivo de preguntas, y de consecuencias diferentes: desde las más favorables hasta rozar ciertas desventajas.
En adelante, hablaremos de las consecuencias de tener humidificadores en la habitación de un bebé, porque así como esto puede tener varios beneficios (e incluso puede ser una recomendación del pediatra), en estado de desequilibrio, podría ser perjudicial.
Antes de centrarnos en los 7 peligros principales de un humidificador en la habitación del bebé, consideramos que es importante recordar lo básico: Qué es un humidificador.
¿De qué hablamos cuando decimos humidificador?
En pocas palabras y puntos: El humidificador es un aparato que convierte el agua en gas y permite aumentar la humedad del lugar donde se coloque.
Este dispositivo ayuda a que el aire sea menos agresivo a la respiración; dicho de otra manera: equilibra los niveles de humedad en el aire, por lo que muchas veces es recomendado por los pediatras para ser colocado en las habitaciones de los bebés. Pero OJO: Esto ocurre en lugares donde la humedad es inferior a la medida estándar por lo que el aire puede ser seco y causante de algunas situaciones desfavorables, entre las que podemos mencionar:
- Irritación en los ojos
- Resequedad en la piel
- Labios agrietados
- Mucosas secas
- Gripes y resfriados (nada deseado, sobre todo en los tiempos que corren, debido a la exposición/vulnerabilidad en la que una congestión deja a una persona, sobre todo a un bebé)
- Dificultades respiratorias
- Dolores de cabeza
- Malestares generales
Sobre un ambiente ideal para tu bebé
Ya conocemos la función básica del humidificador y las consecuencias que puede generar un ambiente seco o bajo en humedad. Sin embargo, en este momento, viene la pregunta: ¿Cuál es el ambiente ideal para un bebé?
Por supuesto que un bebé puede estar bien en un país muy frío o uno muy caluroso, en uno seco, o sumamente húmedo.
Pero, de acuerdo a estas circunstancias, los padres evaluarán la pertinencia o no de un equipo que ayude a equilibrar los niveles humedad en el aire.
Siendo un poco más concretos y moviéndonos al terreno de las cifras, el ambiente ideal para un bebé cuenta con una humedad en un porcentaje entre 40 y 60 %. Ahora la pregunta que puede surgirte es otra y es bastante pertinente: “Está bien… ¿Pero cómo sé cuál es el porcentaje de humedad del ambiente?”. Esto es posible gracias a un dispositivo llamado higrómetro y muchos de los humidificadores actuales cuentan con él, además de poseer un higrostato.
Es importante saber una generalidad y es que: Si tu zona es húmeda, esto no hará falta. Ten esto presente porque estos aparatos, muchas veces, se adquieren sin la necesidad de hacerlo y allí empiezan los problemas. Se nace de un gasto innecesario hasta llegar a consecuencias peores como las enfermedades.
7 peligros de un humidificador en la habitación de un bebé
Hemos introducido este tema con varios de los aspectos más importantes que lo rodean: función del aparato y su necesidad en función del contexto. Ahora, yendo al grano: en cuanto a los aspectos contraproducentes, veremos que:
1. Ácaros y hongos
Un humidificador con mal funcionamiento o en una temperatura no requerida, puede generar ácaros y hongos al punto de la expansión por la habitación del bebé. Estos, como sabemos, conducen a enfermedades que pueden ir de graves a crónicas y un bebé es mucho más vulnerable a ellas.
2. Enfermedades no respiratorias
Generalmente, se habla de las enfermedades respiratorias con el uso de humidificadores en habitaciones de bebés; pero hay algo particular con ellos que debe considerarse de manera especial: Los bebés tienen un sistema inmunológico menos desarrollado que los adultos, por lo tanto, al resfriarse o absorber una humedad saturada, son propensos a más y variadas enfermedades.
3. Asma y bronquitis
Aquí ya entramos en las afecciones respiratorias producto de un humidificador innecesario. Nos paseamos por alergias, resfriados comunes, gripes crónicas, entre otras; sin embargo, las complicaciones más comunes y delicadas pueden llegar a ser casos de asma y bronquitis. En este sentido, volvemos al llamado de atención: Si no es necesario, no lo uses; podrías evitar enfermedades.
4. Gravedad ante antecedentes
En el caso de que existan antecedentes de enfermedades en el bebé o adulto, un humidificador podría ser un detonante grave en el caso de un ambiente donde se sature la humedad. Atento a ello.
5. Ropa dañada
Ajá, los daños no son solos en temas de salud. Podemos encontrar un par de cocolisos dañados o llenos de moho si la concentración de humedad rebasa los límites regulares. En ese caso (y aquí va una recomendación desde la experiencia personal), antes de echar a la basura esa camisetita del bebé que tanto les gusta, por favor: lávala y deja de usar el humidificador. Triste historia de excesos de humedad.
6. Objetos húmedos
La humedad se extiende a cada rincón y es por eso que los peligros pueden ir desde asuntos delicados hasta páginas humedecidas y por supuesto que esperamos que tu título universitario o los documentos del bebé no se vean humedecidos por el uso innecesario del aparato, ¿no?
7. Malos olores
El famoso “olor a humedad” está a la orden del día cuando el aire tiene una saturación de humedad producto del ambiente natural (en este caso sabemos que es necesario un deshumidificador) o producto de una humedad generada por el uso inadecuado de un humidificador. No queremos malos olores, ¿cierto? En ese caso, una vez más, evitemos usarlo si no es necesario. La ropita del bebé con olor a humedad no es algo que deseemos.
En pocas palabras…
Habrás notado que hay una causa constante en los peligros del humidificador que lo sintetiza casi todo y responde a la pregunta:
¿Lo necesitas de verdad?
Si no es necesario el aparato porque el ambiente ya tiene un nivel de humedad justo, evitemos generar complicaciones de orden material y sobre todo de salud, en nuestros bebés.
Procuremos el aire más puro y fresco para ellos. Brindemos el espacio más sano para que crezcan felices.
©Mejoraire | Sara Azócar Azpiri