Todo marchaba muy bien en casa hasta que un sonido extraño ha interrumpido todo. Al buscar en cada rincón nos encontramos con que se trata de la calefacción. Con estos sonidos misteriosos viene la preocupación y la duda de que se trate de algo grave, ni hablar de que se apague y quedemos a la intemperie por el resto del día, identificar qué es lo que suena y por qué, se convierte en nuestro objetivo.
Antes de llamar a un técnico especializado, hay un par de cosas que podemos deducir y que quizás nos ayuden a determinar cuál es la que falla, así avanzamos un paso hacia su resolución. Te contaremos en este artículo algunas de las fallas comunes en las calefacciones que hacen que genere tanto ruido.
¿Qué tipo de sonido escuchas?
Lo primero es saber que no todo ruido es sinónimo de alguna avería grave, por ejemplo, los sistemas de calefacción por gas más antiguos suelen ser bastante ruidosos en especial al apagarse. Por estar fabricadas en su mayoría con tuberías de cobre, luego de mucho tiempo de actividad, estas se contraen generando un sonido particular pero no alarmante. Sin embargo, si tu calefacción no cumple con ninguna de estas caracterizas (no es antiguo, no es a gas, y no está hecho con tuberías de cobre), es importante poner atención minuciosa en el sonido que emite.
Para esta tarea debemos agudizar nuestro sentido auditivo y tratar de determinar que tipo de sonido escuchamos, ya que este nos arrojará información sobre el estado de funcionamiento de nuestra calefacción.
1. Burbujas en el interior
Si al acercarte al radiador percibes un sonido parecido al del agua cuando está hirviendo en una olla, o una especie de burbujeo constante, la razón es que en el interior está atrapado cierta cantidad de aire que genera ese ruido. La solución más práctica sería limpiar los radiadores, purgarlos con la ayuda de un experto para que ese aire sobrante se elimine del circuito y entre nuevamente en su funcionamiento habitual. Este sonido suele escucharse al encender la calefacción, ya que es allí cuando el sistema inicia su mecanismo y puede hacerse notorio si hay o no acumulación de aire.
Junto a este sonido es común sentir que nuestra calefacción no alcanza la temperatura a la que estamos acostumbrados, ya que invierte parte de su trabajo en sopesar la falla y seguir funcionando, lo que provoca además un consumo de energía superior al de costumbre.
2. Vibraciones extrañas
Si en determinados momentos lo que escuchas es una especie de vibración proveniente del caparazón de la calefacción, debemos verificar que no existan tornillos sueltos que generen este ruido. Es algo pequeño y bastante frecuente en sistemas viejos por los años de uso. Si ha perdido algún tornillo, recomendamos sustituirlo o colocar una especie de palanca entre la pared y el aparato o un soporte podrá bastar para solventar este sonido de vibración que, aunque puede ser bastante molesto, no es algo para de que preocuparse.
3. Golpes o crujidos en el radiador
Dependiendo del tipo de maquinaria y el suministro que toma para trabajar (gas o electricidad) es común escuchar, seguido al momento de encenderse, un sonido como si lo estuvieran golpeando o crujiendo desde adentro. Esto, lejos de indicarnos alguna falla es el indicativo de que está subiendo la temperatura dentro del radiador. Los materiales con los que está hecho al apagarse se enfrían y producen este sonido cuando empiezan a dilatarse para iniciar su función nuevamente.
Ahora bien, si este sonido persiste en el resto del ciclo, y es excesivamente ruidoso podría tratarse de una falla mecánica o química en su interior que ameritaría la atención especializada inmediata si no queremos quedarnos sin calefacción a mitad de noche.
4. Silbidos que van y vienen
El silbido que aparece de vez en cuando tiene su origen en el caudal de agua en el aparato, usualmente cuando es más alto de lo que necesita. En este tipo de defecto, solemos sentir como en la parte de abajo hay una temperatura caliente, pero arriba sigue fría, y es porque no logra abarcarlo todo. Aunque por norma general, si notamos que no está caliente de manera homogénea, es necesario acudir a un técnico profesional, incluso si no hay ningún ruido para asegurarnos de que todo marche bien, es él quien podrá hacer el ajuste pertinente para que todo se mantenga en orden.
Atención en la instalación
Debemos poner especial atención al momento de la instalación de estos artefactos en casa, ya que desde ese momento crucial dependerá el buen funcionamiento – o no – de nuestro sistema de calefacción. Seguir las indicaciones sobre el lugar adecuado para ubicarlo en el hogar es vital para evitarnos malos ratos al momento de llegar el invierno.
Los primeros días luego de su colocación pudieran producirse algunos sonidos como consecuencia del ajuste de los materiales en el espacio, sin embargo, es asunto pasajero y en caso de continuar, hay que contactar nuevamente al técnico para que finalice adecuadamente lo que manipuló en su instalación.
Mantenimiento eficaz
La prevención es clave para llevar una temporada de frío de manera tranquila y cómoda en casa. Encontrar un técnico de confianza quien pueda realizar una evaluación de mantenimiento resulta indispensable, incluso antes de la llegada del invierno. Así, no nos toman por sorpresa las fallas y estamos a tiempo de resolverlas.
Es aconsejable además tomar por hábito hacer la revisión de forma anual. En ocasiones creemos que todo anda bien y que no lo amerita, sin embargo, es allí donde se hace aún más necesaria. Hay fallas que pueden generarse de modo silencioso y acabar con la vida de estos artefactos sin que nos demos cuenta, teniendo un costo mucho más elevado que algunas revisiones periódicas.
Un sistema de calefacción puede funcionar eficientemente y sin tantos ruidos que nos generen dolores de cabeza. Por lo tanto, las soluciones están al alcance para todos.
©Mejoraire | Bethania Yanez