¿Por qué se congela tu deshumidificador y cómo solucionarlo?

¿Por qué se congela tu deshumidificador y cómo solucionarlo?

Un deshumidificador congelado puede ser un verdadero dolor de cabeza, en especial cuando no sabemos cómo evitar que suceda o cómo repararlo, deshabilitándolo por completo.

Antes de ver algunos de los motivos por los que un deshumidificador se congelaría, te explicaremos como se supone que debe trabajar para entender mejor esta falla y cómo podemos solucionarla.

¿Cómo debería funcionar un deshumidificador?

El objetivo de estos aparatos es reducir la humedad presente sin enfriar el aire. Contrarrestan los malos olores, disminuyen el deterioro de algunos elementos decorativos y paredes de nuestro hogar y ayudan a disminuir o eliminar problemas de salud.

Su funcionamiento es similar al de los aires acondicionados, pero con una gran diferencia: cuando el aire entra a un aire acondicionado se enfría mediante un sistema de gas refrigerante, mientras que un deshumidificador se basa en extraer la humedad del aire y eliminarla del ambiente.

Al entrar aire frío y pasar por bobinas calientes y luego frías para hacer este procedimiento de extracción, las bobinas sudan, ya que la humedad del aire se concentra en ellas. Posteriormente, el agua recolectada es almacenada en un depósito o drenaje.

Un ejemplo muy claro de esto es el vaso de bebida fría al cual se le forma sudor en su exterior, o el sudor que deja una botella fría sobre la mesa. Este sudor que se produce baja por las bobinas de evaporación y cae en un contenedor que periódicamente debemos vaciar.

¿Por qué se congela el deshumidificador?

Ya que repasamos de forma general el mecanismo del deshumidificador, vayamos a algunos de los motivos por los que se congelaría y sus posibles soluciones:

1. Filtros de aire sucios

Una de las razones más comunes por las que un deshumidificador se congela es que hay mucho polvo y suciedad acumulada en sus filtros de aire. Esto impide una buena circulación del aire por el sistema, y el sudor que debería formarse se convierte en hielo generando de forma muy rápida una gran masa de hielo en el interior.

Parece muy obvio, pero en realidad existen muchas personas que no saben que estos filtros están ahí y su importancia en todo el procedimiento, e incluso hay aparatos que vienen sin ellos. Así que, mantente alerta a la hora de comprar y asegúrate de adquirir uno que los traiga, ya que son vitales para la vida útil de estos artefactos y para tu bolsillo.

El filtro se encarga de recolectar todo el polvo y suciedad presente en el aire antes de pasar al proceso de eliminación de la humedad. Y, a la vez permite que el nuevo aire que sale de la unidad tenga una mejor calidad.

Su ubicación generalmente es muy sencilla, debe encontrarse justo detrás de la rejilla externa del deshumidificador, Igual puedes hacerte del manual de uso que viene con él para encontrarlo.

Hay modelos en los que puedes retirarlos para asearlos y hay otros que al sacarlos deben ser reemplazados por unos nuevos.

La limpieza de estos filtros es bastante sencilla, al retirarlos del dispositivo puedes enjuagar con abundante agua y jabón y dejar secar muy bien, preferiblemente al sol, antes de volver a colocarlos.

Recuerda, la extracción del filtro debes hacerla con el deshumidificador apagado y desconectado de la corriente.

2. Ductos sucios u obstruidos

Como ya mencionamos, luego de que el aire pasa por el filtro va directo a las bobinas de evaporación y de condensación, es decir, están en total conexión un área con otra.

Hay artefactos cuyos filtros no son de buena calidad o no les basta la limpieza regular de los filtros y logra colarse suciedad en los conductos de las bobinas.

Con el tiempo, esto puede representar una gran masa de suciedad que facilita la creación de hielo en su interior porque el aire no puede circular de forma correcta.

Para la limpieza de estas bobinas hay que retirar la cubierta exterior del deshumidificador, previamente apagado y desenchufado el equipo.

Usualmente, solo son algunos tornillos los que sujetan este armazón así que, a menos de que tu aparato tenga un panel táctil, esta etapa es fácil de realizar.

Al abrir, observarás que las bobinas tienen muchas aletas finas y frágiles por lo que debes efectuar la limpieza con mucho cuidado y atención, ayudándote de una tela de limpieza o un pequeño cepillo de limpieza.

3. Baja temperatura en la habitación

Los deshumidificadores están diseñados para trabajar en temperaturas cálidas que van desde 70 °F a 90 °F. Si son colocados en temperaturas inferiores a estas, las probabilidades de que se congele son bastante altas.

Los ductos pueden enfriarse demasiado y no habrá momento para generar el goteo de sudor, sino que se congelaran allí mismos en el ducto. De modo que, muy rápido podemos tener un panel de hielo.

Esta situación puede evitarse simplemente con no encender el deshumidificador en temperaturas muy bajas.

En los manuales de uso son colocadas las temperaturas recomendables para que el aparato funcione de manera correcta. ¡Es importante no ignorarlo! Si tenemos una habitación muy expuesta al frío y que se siente húmeda, tal como un ático o un sótano, es preferible intentar primero con un pequeño calentador para que el ambiente se perciba más seco.

Recomendación general

Si notamos que nuestro deshumidificador está limpio por todas las partes que ya mencionamos y no hay limpieza o revisión que podamos hacer nosotros mismos que haga detener la creación de hielo, lo más probable es que se trate de un asunto mecánico del sistema. En esos casos – a menos de que se cuente con el conocimiento sobre la máquina y se tengan las herramientas necesarias- lo ideal es contactar con un especialista que pueda atender estos casos.

©Mejoraire | Bethania Yánez

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